SWARMING, la velocidad aplicada al modelo de negocios

EL ejército norteamericano, el mayor del mundo actualmente, ha transformado sus viejos marines de élite de cargadores de armamento pesado a unidades ligeras conectadas a una misma red de inteligencia, para pasar a ser el equipo Swarm. En cuanto a tener un negocio En línea no se necesita un título o ser un genio en computación para lograr los mismos excelentes resultados. Sólo se necesita contar con la información y las herramientas adecuadas. 

La inteligencia de la milicia estadounidense tomó de ejemplo el ataque en la naturaleza salvaje de un enjambre. También hay videojuegos y películas que ya se inspiraron en tal sistema militar. Así afirmó Manuel Castells, investigador y analista de la arquitectura de las nuevas ciudades, en su libro La Galaxia Internet (2001), que la Red es una herramienta impulsada de manera natural para adaptarse a las sociedades actuales que viven un ciber-enjambre. Sin olvidar que dicha palabra hace referencia también al movimiento en conjunto de  otros animales como peces y aves. 

Por este hecho y más, la tecnología del ejército norteamericano ha servido en los últimos siglos como referente de técnicas de vanguardia para uso práctico, por lo que las empresas de más rápido crecimiento toman de modelo sus creaciones. En la actualidad Google o Starbucks, han tomado dicho swarming cómo un servicio de inteligencia Web. 

En la actualidad no basta con detectar la interacción de un usuario o problema potencial, hay que conocer las posibilidades por medio de bases de datos y sacar una respuesta dentro del breve lapso que duran las necesidades situadas en un tiempo y espacio muy específicos. Con la tecnología celular y de la computación y comunicación, vivimos relativamente en la velocidad luz, o más o menos algo así diría Einstein. 

Si las empresas vivieron una loca carrera por ganar los nichos de mercado en el siglo XX, en el siglo XXI lo hacen para ganar clientes individuales. Lamentablemente, para este proceso no basta cambios en la burocracia sino toda una reestructuración en relación de comunicación con el cliente, a esta adaptación se le ha llamado Reingeniería. 

Este concepto fue promovido principalmente por Michael Hammer, nombrado uno de los cuatro maestros más sobresalientes en administración en los años 90 por Bussines Week y James Champy, y su labor fue destacada por Fortune, New York Times, Boston Globe y el Wall Street Journal. Principales expositores de las ideas del nuevo estado capitalista. 

Para mostrar unos ejemplos del giro comercial, los meseros socios de Starbucks así cómo los empleados hackers de Google son máquinas compiladoras de información del cliente. Otro ejemplo exitoso es Zara, que aun tras la noticia que la acusaba de prácticas de esclavitud en pleno siglo XXI, al menos no dejo de cumplir en cuanto a la satisfacción del cliente, debido a este sistema ha sido capaz de seguir las modas en constante cambio. 

Aunque no siempre con un buen uso, la manera las empresas que se vieron afectadas por los escándalos que estallaron a raíz de los usos que daban a los datos de los usuarios por plataformas digitales como Facebook y similares, son muestra de lo peligrosas y efectivas que es el acceso rápido a información. Aun así, estas empresas, empapadas de una ideología adoradora de la innovación y la flexibilidad han sobrevivido porque se han transformado en las redes de pequeñas organizaciones autónomas asociadas a una matriz. Así pueden conocer las exigencias del consumidor no sólo locales sino hasta personales y brindarle la satisfacción necesaria en altas velocidades. 

Las empresas deben estructurarse de acuerdo con este individualismo egotista porque no lo hará el cliente estándar. ¿Pero cómo? He ahí el nuevo reto empresarial. La buena noticia es que quién sea adapte con nuevas tecnologías logrará la ventaja competitiva de nuestra época. Ahora los peces pequeños y rápidos se comen al lento y pesado. 

Para comenzar, este sistema de alta velocidad consta de una comunicación interior por medio de conectarse a la Nube (a través de una conexión a la Internet) llamada Intranet, y una comunicación exterior para recopilar los gustos y necesidades del cliente de nombre Extranet. Toda empresa que se presuma seria y este adaptada a la era digital debe contar con al menos estos dos elementos, caras de una misma moneda de cambio: el rápido acceso a la información.